RECUPERA A TU HOMBRE EN 7 DÍAS

Entre Sueños, Pasado, Realidad y telenovelas (continuacion de la Realidad del Sueño)

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Entre nuestro pasado y nuestro presente, una enorme variedad de acontecimientos y principalmente personas, se habían cruzado en la red que el curioso destino, se encarga de confeccionar.

Tu vida había girado en torno a tu trabajo, tu familia, a tratar de ingresar a la escuela de pedagogía de tu elección y en varios intentos de relación amorosa.

Desde que aquella mala amistad tuya de mintiera diciéndote que yo tenía muchos deseos de estudiar la universidad y que la relación que mantenías conmigo me estorbaba… y tu nombre, inocente e inexperta, comenzaste a pensar en terminar conmigo para no estorbarme en mis deseos… Y así, tus ojos comenzaron a buscar otros horizontes masculinos, tratando de encontrar un reemplazo que ocupará mi lugar. “Tu decisión estaba tomada, terminarías conmigo para que yo pudiera estudiar una carrera” (lo dicho ver telenovelas nunca le ha dejado nada a nadie, y tu actitud era reflejo de la programación televisiva que había en tu cabeza.)

Y tu estrategia fue muy sencilla, comenzaste a alejarte de mí, esquivabas mis besos, te mostrabas indiferente, y comenzabas a ser coqueta tratando de atraer a otros chicos.

¡Y Claro que lo noté! Te sentía fría, distante, no comprendía porque de un momento a otro, las toneladas de amor que me entregabas día con día, hubiesen desaparecido. Mi estabilidad emocional comenzó a tambalearse como un barco que de pronto se hundiría, y, los problemas comenzaron a llegar… hasta que nuestras vidas tomaron rumbos diferentes, hasta que el barco se hundió… por lo menos aparentemente.

Yo me refugie, en el trabajo, en mi familia, y tontamente en muchas otras mujeres, mi vida se convirtió en algo similar a un crucero de placer y un día, llego la oportunidad de estudiar en una nueva universidad en la región.

Para entonces ya había comprendido que no podría sustituirte, que no podrías sustituirme, que solo estaba dañando a las personas con las que me relacionaba, que debería detener ese tonto intento de encontrar tu sabor en otros labios, de encontrar la caricia que me brindabas al mirarme en otros ojos. Por eso me dedique de lleno al estudio, trabajaba vendiendo desde desodorantes hasta aparatos electrónicos, lavaba los coches de los maestros en la universidad, para completar los gastos que los estudios me exigían.

Todo esto debido a que me decidí a abandonar el negocio de zapatos del que era dueño, en parte por las ventas bajas, en parte porque quería alejarme de la tortura de verte pasar frente a mi… Y hasta coloque un letrero frente a mi cama que decía “NO TENER NOVIA EN UN AÑO”.

Mientras tanto…

Tú… según tus propias palabras, te entregabas a tu vida carente de importancia, te la pasabas de constante mal humor, y tus relaciones sociales eran limitadas e intrascendentes, te refugiabas en una actitud desafiante y ofensiva para proteger la sensibilidad de tu corazón, (Y mucha gente hace lo mismo, aparenta dureza para ocultar ternura y sensibilidad… lo malo de esta constante defensa es que terminan creyéndose que son duras y terminan amargadas… que nadie lo haga más, no vale la pena créeme)… Y así tratabas de convertir tu amor por mí en desprecio y rencor (como si yo fuera el culpable de todo ó yo te hubiera abandonado).

Era comprensible que tu vida se encontrará desequilibrada, ya que al decidir dejarme, con la ingenua idea de que así podría estudiar, (pero sin confesarme jamás el por qué de tu abandono… yo era todo menos adivino. Jajaja)… Continúo… Creías firmemente que te esperaría toda la vida, y en vez de eso, yo, al saber que ya no me amabas, opté por volver a mi vida de antes de conocerte “Haciendo honor a aquel bello vals titulado Vino, Mujeres y Canto” en vez de dedicarme a buscarte como tu creías pasaría, era normal; te sentías decepcionada, confundida, engañada. (¿Porque las mujeres se complican las cosas?)

¡Claro! Tú sabías que yo te seguía amando, pero yo vivía con la idea de que tu amor por mi ya no existía, tu conservaste todas mis cartas (suficientes como para hacer una biblia del amor), como prueba y recuerdo de mis sentimientos por ti. Y yo había quemado las tuyas… y no era por malo, era para no martirizarme leyéndolas y releyéndolas.

Tú me considerabas un traidor infiel, tú me resultabas leal y sincera por tener el valor de confesarme que ya no me amabas, tú me amabas en un silencio casi mártir (Repito esas telenovelas que malas son)… yo buscaba mil maneras para olvidarme de ti, los únicos recuerdos que conservaba estabas en mi mente, y los que tu conservabas estaban en papel, en la esperanza de aquel sueño que leías todas las noches en que te sentías sola, y buscabas de alguna manera; volver a sentir la incontenible fuerza de mi amor envolviendo tu ser…

Y el sueño que un día escribiéramos juntos (E imagináramos con tanta intensidad, como si lo viviéramos de verdad)… continuaba así…


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… El autobús ya había entrado a la terminal y se detuvo en el andén correspondiente, los pasajeros comenzaron a bajar del trasporte, te tome la mano y una vez más tú te refugiabas en la mía, como un pajarillo se refugia de la lluvia entre las hojas de los árboles.

Y así, fuertemente tomados de la mano, pisamos juntos el suelo de ese lugar al que nuestro amor, nuestros sueños y la sociedad nos habían conducido. Empezamos a caminar siguiendo a la gente como borregos, ¿Qué más podíamos hacer, si no sabíamos ni qué onda? (A veces seguir a los demás nos es útil, pero solo durante algún tiempo, solo mientras encontramos nuestra fuerza y tomamos en nuestras manos el rumbo de nuestro destino).

Así llegamos a la calle, nos miramos y seguimos caminando como Dios y nuestro instinto (si es que no son la misma cosa), nos daban a entender, se sentía un calor más intenso del que estábamos acostumbrados allá en nuestra tierra, además el clima era un poco húmedo y la gente… La gente era igual que en cualquier otro lugar, lo único diferente era su tono moreno de piel y su tonada al hablar, claro además de su forma más ligera de vestir, sus ropas eran más frescas, algunos llevaban sombrero de palma y otros lentes para el sol.

Notamos que la mayoría de gente se saludaban, dando la impresión de que todos se conocían.. “Que pues… Buenas… Quiubo mano… Tardes, etc.”, también a nosotros nos saludaban aquellas personas que se cruzaban con nosotros…

- Buenas tardes niños,

- Buenas tardes - Contestamos divertidos.

Nos miramos y sonreímos pues a pesar de nuestro miedo natural, también disfrutamos de lo nuevo y excitante de nuestra aventura, y así, seguimos caminando, observando casas… extrañamente todas parecían estar abiertas de puertas y ventanas (si no todas si la bastantes), como si la ciudad fuera una grandísima casa habitada por una enorme familia. ¿Y acaso el mundo entero no es un gran hogar, donde todos somos una gran familia? ¿Acaso es necesario cerrar la puerta de nuestro corazón por falta de amor y exceso de desconfianza por todos esos vicios y problemas que genera el temor?

- ¿Tienes hambre? – Pregunté, y tú me contestaste que sí,

Entonces comenzamos a buscar un lugar donde comer, un lugar que por su apariencia nos hiciera saber que no era muy caro.

Sabíamos que en ese lugar no encontraríamos la comida típica de nuestra tierra… Los Famosísimos Guajolotes de Tulancingo, Hgo. Que no son otra cosa que el equivalente a la hamburguesa americana, pero con el exquisito sabor mexicano… Y me pregunto ¿Porqué a nadie se le ha ocurrido convertirlos en una franquicia tan ó más importante que Mac Donals?, Por qué los mexicanos que somos una de las razas más creativas del planeta, que generamos millones de brillantes ideas todos los días ¿Por qué no las ponemos a trabajar en nuestro beneficio, porqué las dejamos en ideas y casi nunca las llevamos a la práctica?

Por fin encontramos lo que parecía una fonda, entramos y nos sentamos en una banca larga de madera, que estaba al costado de una mesa también larga y de madera, nos fueron a pedir la orden, y no sabiendo que pedir, pues no nos llevaron la carta ó el menú, solo atine a decir “Tráiganos la orden del Día por favor”.

Entonces nos trajeron una especie de ¿caldo de pescado?, con unos panes que imagine eran un tipo de bolillo o telera de la región, pero a mí me parecieron pambazos… comenzamos a comer un poco desconfiados por el aspecto de aquel platillo desconocido para nosotros, pero después de dar las primeras probaditas nos dimos cuenta de que estaba delicioso, y nos dejamos llevar por el hambre que nos produjo el viaje y la ansiedad de nuestra aventura.

La fonda estaba vacía y la señora que nos atendió, se fue a sentar junto a nosotros, y de una manera más que confianzuda, como si fuéramos viejos amigos nos preguntó…

- Y díganme muchachitos ¿Qué los trae por acá? –

Supongo que adivinó que no éramos nativos, por nuestra ropa y forma de hablar, pues nada que ver con su tono rítmico como cantadito de expresarse, entonces respondí,

- Solo venimos con el afán de conocer y encontrar un empleo, y la verdad nos urge, porque ya nos queda poco dinero…

Esta muy rica la sopa, dije a modo de cumplido (A toda mujer le agrada que reconozcas su forma de cocinar, su sazón… Especialmente a las casadas que tanto se esperan por agradar al marido, mismo que raras veces reconoce sus esfuerzos) y mientras seguíamos comiendo, la señora contestó.

- Es la especialidad de la casa, pero no es sopa, es el plato fuerte, dijo con tono divertido en la voz, y continuó. – Yo les puedo ayudar si gustan, mi nombre es Pamela y ustedes ¿Cómo se llaman?

- Ella es Ana – Dije por ti, porque de verdad tenias hambre y no dejabas de comer y como respuesta a la presentación solo te limitaste a sonreír – Y yo me llamo Luis somos del Estado de Hidalgo.

- ¿Son Hermanitos?

- No, no somos hermanos, somos…somos… amigos – Vacile – Pero usted dijo que podía ayudarnos, nos puede decir ¿Cómo?

- ¡Claro! – miren mi comadre Sofía tiene un cuartito que no ocupa y se los podría rentar muy barato, ella vive sola y le vendrá muy bien un poco de compañía, por lo del trabajo… si no son muy prejuiciosos y fijados... – en ese momento entraron más comensales a la fonda y se levanto a atender, diciéndonos – En seguida regreso –

En cuanto se fue tú te dirigiste a mi

- ¿A poco en serio nos vamos a ir a casa de la tal Sofía?

- Yo creo que sí, además no tenemos nada que perder, pero no te preocupes chaparra, no te dejaré sola para nada, anda acaba de comer para que vayamos a dar la vuelta para conocer más el lugar… mientras tanto la Señora Pamela acaba de atender a la clientela.

- Ya me llene – dijiste

- ¡Qué bueno, pensé que tendría que quedarme a lavar los platos para pagar la pinche ballena que te comiste! – bromee – y tu estuviste a punto de escupir el agua que acabas de tomar, por la risa que no podías contener.

Así fue que conseguimos casa y trabajo, ya que Pam (así nos pidió que la llamáramos), te dio trabajo en la fonda y a mí me consiguió trabajo en la tornillería de su compadre… Todo se estaba dando como magia, tal como suele suceder cuando se persiguen los sueños, con fe, sin preocupaciones, poniendo delante el amor y dejando detrás todo pensamiento negativo que pretenda atraparnos.

Pero nos enfrentamos a un dilema… ¡La primera noche que dormiríamos juntos bajo el mismo techo! El cuartito que la señora Sofía nos rento, ¡Solo tenía una Cama! Y por supuesto que yo quería compartir la cama contigo… no necesariamente para dormir, pero ¿Y tú que pensarías? Hasta ese momento solo éramos amigos, nunca nos habíamos dado un beso más allá de la mejilla, Y estábamos a punto de compartir la intimidad de 4 paredes… Y, ¿Un mismo lecho?...


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El imaginarte leyendo y releyendo esta historia (a la que llamamos nuestro sueño, y escribíamos conjuntamente por turnos), con la esperanza de que algún día en el futuro volveríamos a amarnos… me llenaba de ternura.

No podía creer que a pesar de amarnos tanto, no hubiésemos encontrado la confianza necesaria para comunicarnos, no podía imaginar que la falsa idea “de que el amor es igual a sacrificio”, hubiere ganado la batalla y te hubiese hecho dejarme, a pesar de que ese acto nos pusiera a sufrir a los dos.

Por otro lado el imaginarte leyendo aquel sueño compartido, me recordó todas esas noches en que me esforzaba por revivir en mi mente, aquellos mágicos momentos que compartimos juntos, ¿Para qué? Para que la inspiración se apoderara de mí y así, pudiera escribir algo bueno, algo con mensaje, algo sencillo y rápido de leer, algo para compartir con el mundo. (¿Por qué rápido y sencillo? Porque cada día la gente tiene menos tiempo para leer, y, de una u otra forma, la mente necesita alimentarse de algo más que de telenovelas, futbol y noticieros amarillistas y manipuladores)…

Fue de esa forma como muchos de mis sentimientos e ideas “en forma de escritos”, vieron la luz del mundo, y así, poco a poco fui ganando reconocimiento en el mundo de las letras… Y una de esas noches que pensaba en ti y en porque te había perdido, escribí un Artículo titulado…

SOÑANDO CON LA PAREJA IDEAL

Hola... ¿Como estas?, sabes aun no estoy seguro pero quizá, eres tú la pareja de mis sueños, mi princesa de sangre azul.

Me pase mucho tiempo buscándote y tengo que confesarte que tuve experiencias dolorosas por no prepararme para encontrarte.

Pero ahora lo entiendo y por eso te escribo, lee mis palabras con calma y al final dime si eres tú la mujer que siempre soñé.

Siempre te imagine llena de virtudes y hasta acepte algunos errores.

Te imagine bella... Iniciando por la belleza de tu Corazón,

Te imagine inteligente, buena... Y muy sonriente, te imaginé culta, divertida... Y como hembra muy... muy apasionada.

Te quise sociable, no celosa y hasta buena cocinera, espere que te gustara el cine, la música y la buena lectura, que te apasionarán los viajes y que fueras enigmática en tu profunda búsqueda por la verdad.

Te imagine tierna pero firme en tu lucha por triunfar, te creí comprensiva pero nunca complaciente con mis errores al actuar.

Te imagine todo esto y algunas otras cosas más...

Y claro ¡NUNCA TE ENCONTRÉ!

Pero como iba a lograrlo un jovencito inexperto, soñador, inmaduro, parrandero y con ideas de conquistador.

Le estaba pidiendo peras al olmo, rosas al chiquero, diamantes al carbón.

Pero hoy, hoy todo es diferente porque hoy mi inmadurez se convirtió en sensatez, mi inexperiencia se transformo en conocimiento y comprensión, mis parrandas ahora son convivencia tranquila y medicina del estrés, mis ideas de conquistador se han tornado en una coquetería normal... No puedo mentirte diciéndote que soy un hombre serio reprimido y por consecuencia aburrido.

En cuanto a lo soñador discúlpame, no lo he podido remediar... Me fascina soñar y por supuesto me gusta luchar por alcanzar todo aquello que soñé... Y puedo decir, que lo he conseguido casi todo hasta hoy... Que los sueños que aún no alcanzo están más cerca que ayer y que lo único que aun no consigo es encontrarte a ti. SÍ, precisamente a ti.

Y por eso, si mi princesa eres tu; déjame decirte que ya estoy listo para recibirte en mis brazos, Que soy el mejor ser humano que hoy en día puedo ser.

Que si no sabes sonreír yo lo haré por ti, que si no te gusta cocinar, yo cocinaré para ti... Que si no te gusta leer, yo te platicaré los libros para ayudarte a dormir, que si eres débil para luchar, yo te enseñaré el camino que si recorremos juntos... Nos hará triunfar, que ya estoy listo mi amor que ya puedes llegar.

Y tú ¿Sueñas con la pareja ideal o eres la pareja ideal?

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